30 diciembre 2006

¡ SE ME SECARON LOS PUROS !, MANERA DE DEVOLVER LA FRESCURA A LOS PUROS SECOS



Se me secaron los cigarros ¿Qué hago? nos preguntan con frecuencia en catas y degustaciones.
"Ponerse a llorar" sería la respuesta más sincera y adecuada. Tras secarse la capa, el capote y las hojas de la tripa, el tabaco requiere tratamientos de terapia intensiva, que no siempre resultan.Es importante que Ud. no sienta que eso le pasó por chambón o porque es un inexperto. Los cigarros se le secan a todo el mundo. A los fanáticos que compran muchos, a los conocedores que adquieren varias cajas y que siempre comenten un descuido porque el humidor no funcionó, o porque se distrajeron en el viaje, y también a los consumidores regulares porque los persigue la señora o la hija, porque lo pusieron a dieta y también le suspendieron el cigarro, y porque el humidor le quedó pequeño.
Así como no hay conocedor de vinos al que no se le malogre una botella, no hay amante de los puros y habanos que no fume seco. El problema de la humedad es constante en la mayoría de las ciudades. En el Caribe es el fantasma que genera la reposición constante de los inventarios.Los puristas pacientes recomiendan rechequear el humidor, e intentar con paciencia y delicadeza ir rotando los más secos desde los extremos hacia el centro. Si esto no resulta (como seguramente ocurrirá) un tratamiento de terapia intensiva que el sentido común ha puesto en boga es convertir el baño de su casa en un baño turco dejando la ducha caliente abierta, y los cigarros expuestos para que el vapor los alcance. No funciona. Otro método lógico es ponerlos en la nevera dentro de una bolsa de plástico. No funciona. Meterlos de contrabando en la bata con la que en el gimnasio penetra al sauna, suena también lógico. No funciona.
La forma que mejor me ha resultado a la hora de recuperar un puro seco es la Rothman. Lew Rothman, es un famoso comerciante de puros en Estados Unidos. Esta es su recomendación:
Se ponen los cigarros dañados en una bolsa de plástico de cierre hermético, y a ésta se le hacen muchos agujeros pequeños por las dos caras. Después esta bolsa agujereada en que se ha acostado al enfermo, se coloca dentro de otra que contiene una pequeña esponja húmeda (No chorreando agua, sino húmeda). Después de una semana, se abren las bolsas y se colocan los puros o habanos ya hidratados en el humidor. Lo más sensato es que después no espere semanas para degustarlo.

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